Unas semanitas de vacaciones

Como todo en la vida, mi nuevo trabajo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Dentro de las cosas malas es que tienen esta idea sueca de que durante el verano uno TIENE que tomar vacaciones. Como alguna vez comenté, yo no tengo problemas con estar en Suecia durante el verano... es cuando llega la mitad de Febrero cuando ya pido esquina y quiero ver el sol. Pero, en fin, me tomé tres semanas de vacaciones.
Al principio tenía un poco de apuro pues no tenía pasaporte. Cuando por fin me regresaron mi pasaporte, me dí cuenta que habían cancelado mi permiso de residencia (acabo de obtener la nacionalidad sueca), así que no podía salir de aquí sin antes sacar el pasaporte sueco. Por fin me lo dieron dos días después de comenzar mis vacaciones.
La primera semana me quedé en Götet. El motivo? Una flaquita maravillosa de Zamora... algún día les platicaré qué pasa ahí (cuando a mi ya me quede claro qué pedo). La segunda semana me iba a ir, pero un amigo acababa de regresar y se pasó el fin y unos días más. Muy divertido. Luego, la niña regresaba a la mitad de semana, un día y se volvía a ir, así que decidí esperarla. Lindo día. Bueno... pues se fue otra vez y yo me quedé buscando un viaje de último momento para mi tercera semana, pero aparecían más planes, libros y uno que otro tequilita. Por fin terminé por quedarme casi todo el tiempo, con excepción de unas mini-salidas a Copenhague y a Amsterdam. Dentro de todo me la pasé bien, hasta un par de días super soleados. Ahora ya de regreso en la chamba y con un poco más de sol. Contento y un poco cansado, pero con una sonrisa.