Esta sucediendo?
Pues hoy fue un día bastante ... "raro". Me parece que han sido como 5 días desde que empezó el día, pero obviamente no. Pues empezó con una llamada de una amiga de mi PiorEsNada, diciendo que su padre había fallecido. La verdad es que era una llamada que llevábamos esperando desde hace un rato, pues el señor tenía ya muchos meses malito con cáncer. Eso no quita, y muchas veces no ayuda. Es un señor que nos acogió cuando fuimos a su pueblo, que compartió su pan con nosotros y que nos dió algunos de nuestros mejores recuerdos de ese verano. Después resultó ser que mi gato, con apenas 2 y medio años de vida, también había muerto. Esto me entristeció de una manera terrible. La mañana se fue en arreglar pendejaditas al respecto. Durante la mañana lloré, me cuestioné muchas cosas, me recriminé otras y luego recordé que hasta el momento de su muerte, mi gato había sido un animal feliz, al cual le encantaba estar con nosotros (y viceversa) y que confiaba ciegamente en nosotros; y que de alguna manera tmabién nos habíamos ganado esa confianza. Recordé muchos momentos super gratos y la verdad no pude recordar cosas que honestamente pudiera haber hecho mejor. No dejé de sentirme triste, pero por lo menos ahora no me siento pesado.
Durante la tarde, estuvo la despedida de un compañero de trabajo con el había trabajado de manera estrecha. Y por pendejadas de la chamba no pudimos dar "formalmente" el adiós. El día entero me lo pasé con una sensación de irrealidad de esas que hace mucho que no sentía.
Pasaron por mi cabeza muchas cosas y como de de alguna manera mi mundo interior no tenía que ver con lo que pasaba alrededor. Sentí que había cosas "mochas". Sé que mi ex-compañero de trabajo quería acercarse para despedirse. La muerte de mi gato fue tan abrupta (y en consecuencia inesperada) que, aunque sé que se sintío amado por nosotros, y sé que a él le gustaba estar aquí, no hubo manera de "cerrar". He estado distraído todo el día, en un estado como de incredulidad.
No me malinterpreten, no es que el mundo se me venga encima, no me resquebrajo ni nada por el estilo. Sé qué es lo que viene y como lo puedo/tengo que afrontar. Como siempre, voy para adelante, jalando conmigo mi vida a mis queridos. Nomás que en mi corazón hay ahora un huequito que antes llenaba un gatito y en mi vida diaria hay un par de sonrisas que todavía no cobro. Me siento triste.
Saben, algo muy "curioso" pasó y creo que tiene que ver con esto. Cuando descubrí a mi gato muerto, mi corazoncito quiso creer que ahora estaba feliz persiguiendo a todos sus jueguetes favoritos, atrapando moscas sin romper jarrones y ronrroneando todo el día. Mi mente ojeta le recordó inmediantamente que yo no creía en eso, que lo que tenía abrazado era el cuerpo sin vida de mi gato, y que mi gato ya nomás no era. Y me sentí chiquito chiquito chiquito.
Hay un huequito....
Leo te extraño.
Durante la tarde, estuvo la despedida de un compañero de trabajo con el había trabajado de manera estrecha. Y por pendejadas de la chamba no pudimos dar "formalmente" el adiós. El día entero me lo pasé con una sensación de irrealidad de esas que hace mucho que no sentía.
Pasaron por mi cabeza muchas cosas y como de de alguna manera mi mundo interior no tenía que ver con lo que pasaba alrededor. Sentí que había cosas "mochas". Sé que mi ex-compañero de trabajo quería acercarse para despedirse. La muerte de mi gato fue tan abrupta (y en consecuencia inesperada) que, aunque sé que se sintío amado por nosotros, y sé que a él le gustaba estar aquí, no hubo manera de "cerrar". He estado distraído todo el día, en un estado como de incredulidad.
No me malinterpreten, no es que el mundo se me venga encima, no me resquebrajo ni nada por el estilo. Sé qué es lo que viene y como lo puedo/tengo que afrontar. Como siempre, voy para adelante, jalando conmigo mi vida a mis queridos. Nomás que en mi corazón hay ahora un huequito que antes llenaba un gatito y en mi vida diaria hay un par de sonrisas que todavía no cobro. Me siento triste.
Saben, algo muy "curioso" pasó y creo que tiene que ver con esto. Cuando descubrí a mi gato muerto, mi corazoncito quiso creer que ahora estaba feliz persiguiendo a todos sus jueguetes favoritos, atrapando moscas sin romper jarrones y ronrroneando todo el día. Mi mente ojeta le recordó inmediantamente que yo no creía en eso, que lo que tenía abrazado era el cuerpo sin vida de mi gato, y que mi gato ya nomás no era. Y me sentí chiquito chiquito chiquito.
Hay un huequito....
Leo te extraño.